Taisa Medina
En la formulación, diseño y ejecución de este satélite ha trabajado, por cierto, una bióloga venezolana, la Dra. Laura Lorenzoni, egresada de la Universidad Simón Bolívar.
En este estudio revolucionario que puede durar hasta tres años, el satélite toma datos cada 48 horas del Plancton, del efecto de los Aerosoles, de las Nubes y de los Ecosistemas acuáticos en los Océanos. Analizará la vida microscópica en el agua y en el aire. Los primeros datos llegarán a partir de mediados de marzo.
El satélite despegó a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9, en una alianza entre sector público y privado que ha costado mil millones de dólares. Esta misión se ha convertido en todo un símbolo para la comunidad científica en la lucha por el cambio climático, según los expertos.
EQUIPAMIENTO DE “PACE”El censor va equipado de un instrumento hiperespectral de color que permitirá medir los océanos y otras masas de agua a través de un espectro de luz ultravioleta, visible e infrarroja. Importa porque los expertos aseguran que las aguas de los océanos no sólo están cambiando de temperatura, sino también de color.
Dispone igualmente de dos polarímetros que detectan cómo la luz del Sol interactúa con las partículas de la atmósfera para medir la calidad del aire a escalas locales y globales.
“Estos instrumentos sensibles permitirán hacer un seguimiento de los aerosoles atmosféricos como el hollín producido por la combustión de combustibles fósiles”. Combinando sus instrumentos, PACE recopilará información de cómo interactúan el océano y la atmósfera, y cómo afecta el cambio climático en sus interacciones, subrayan los expertos
Es otro de los programas de la NASA, esta vez una misión climática, que convive con Artemis (regresar a la luna), el aterrizaje del módulo lunar Nova-C en el satélite de la Tierra para explorar y probar diversas tecnologías, hasta el acercamiento de la sonda solar Parker para estudiar y monitorear el comportamiento del Sol.
La expectación generada por esta investigación en las comunidades científicas es global. La ambientalista y consultora argentina, la profesora en Gestión ambiental en la Facultad de Agronomía en la Universidad de Buenos Aires, Verónica Giberti, opina que “el lanzamiento del satélite PACE representa un hito en la investigación del cambio climático. Recomendó revisar, en el contexto de la Misión PACE, la última evaluación (13/09/2023) del Centro de Resiliencia del planeta de la Universidad de Estocolmo.
Giberti opina que “la colaboración entre la NASA y SpaceX demuestra la factibilidad de una alianza entre el sector público y privado. La información recabada será fundamental para una comprensión más precisa de las causas y efectos de las variaciones climáticas en el planeta. Este conocimiento podría guiar a la formulación de estrategias globales y a la toma de decisiones estratégicas para nuestro futuro y el del planeta.”
LÍMITES PLANETARIOSGiberti destacó que “gran parte de los estudios que se van a hacer en la Misión PACE van en línea con monitorear lo que se denomina límites planetarios que se estudian desde el 2009 y que “por primera vez, un equipo internacional de científicos puede proporcionar un esquema detallado de la resiliencia planetaria al trazar los nueve procesos límites que definen un espacio operativo seguro para la humanidad”.
Los suecos destacan que
“la actividad humana afecta más que nunca el clima y los ecosistemas de la Tierra, lo que pone en riesgo la estabilidad de todo el planeta. Y por primera vez se han evaluado los nueve límites planetarios. Seis de los límites ya se han transgredido”.
“Desde el calentamiento global hasta la biosfera y la deforestación, desde los contaminantes y el plástico hasta los ciclos del nitrógeno y el agua dulce: se están cruzando seis de los nueve límites planetarios, al mismo tiempo que aumenta la presión en todos los procesos fronterizos, según muestra la más reciente investigación publicada en la revista Science Advances.”
“Esta actualización sobre los límites planetarios (cambio climático, deforestación, pérdida de biodiversidad, productos químicos sintéticos, incluidos los plásticos, agotamiento del agua dulce y uso de nitrógeno) muestra claramente a un paciente que no se encuentra bien, a medida que aumenta la presión sobre el planeta y se traspasan los límites vitales”.
La investigación de PACE hará énfasis en “dos de los tres restantes (la acidificación de los océanos junto con la concentración de partículas contaminantes y polvo en la atmósfera) están en el límite, y solo el agotamiento del ozono se encuentra cómodamente dentro de límites seguros”. Los límites planetarios identifican "los procesos importantes que mantienen a la Tierra dentro del tipo de condiciones de vida que prevalecieron durante los últimos 10.000 años, el período en el que se desarrolló la humanidad y la civilización moderna", explica Katherine Richardson, líder del estudio, en un comunicado. “No sabemos cuánto tiempo podremos seguir transgrediendo estos límites claves antes de que las presiones combinadas conduzcan a cambios y daños irreversibles”, afirma el investigador del Centro y coautor Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) y profesor de ciencias ambientales en el Centro de Resiliencia de Estocolmo de la Universidad de Estocolmo.
Recomendó revisar en el contexto de la Misión PACE la evaluación del Centro de Resiliencia del planeta de la Universidad de Estocolmo
Giberti destaca que “los datos recopilados podrían tener un impacto significativo en la comprensión y gestión del cambio climático. Es importante que se promueva una base de datos global de libre acceso para investigadores y no dejarlo solo para unos pocos. Esto permitiría el desarrollo de múltiples estudios derivados fundamentados en estos datos, ahorrando tiempo y dinero. Sería esencial para identificar áreas de mayor riesgo climático, desarrollar planes de gestión ambiental efectivos, identificando los riesgos y salvando muchas vidas. La pregunta clave es si esta información será accesible para todos o solo para unos pocos”