ABC • Fundación Jan Michalski
Jonathan Coe, Kapka Kassabova, Valérie Mréjen, Gonçalo M. Tavares y Andrea Marcolongo, elogió de la obra de Sainz Borgo “un poderoso mundo novelístico que combina brillantemente varias tradiciones literarias como la tragedia griega, el realismo mágico y los westerns estadounidenses, para ofrecer una mirada intransigente pero humana a los dramas de la migración”.
Destacaron igualmente “el virtuosismo de una prosa a la vez alegórica, luminosa y seria, que nos lleva a conocer personajes femeninos tan fuertes que viven más allá de la página, debatiéndose en un cementerio fronterizo, un espacio ambivalente, intermedio, donde confluyen todo el horror y la belleza del mundo, los vivos y los muertos, la realidad y la fantasía, el pasado, el presente y el futuro”.
La autora venezolana recibió el galardón con un discurso en el que habló de los desafíos de la novela como género, entre otros temas. “La literatura ensancha o estrecha el mundo, según quién nos lo cuente. En ella caben la pastora Marcela cervantina y el arsénico que Emma Bovary se lleva a la boca. La novela descubre los lugares inmorales de nosotros mismos. Por eso escribir es un acto extractivo, es escarbar la tierra con las manos. Para conocerlo, al mundo hay que despellejarlo. Por eso de una novela nunca se sale ileso”.
El tercer país narra la historia de una amistad inesperada entre dos mujeres reunidas en la frontera entre mundos separados por la muerte de los hijos de una y el cementerio ilegal que protege la otra. Está en los límites de una tierra incierta, separada por fuerzas opuestas, y cuyos contornos imaginarios evocan América Latina.
Si bien detrás de la geografía inventada se vislumbran Venezuela y Colombia, la ficción permite a Sainz Borgo desarrollar un lenguaje común en torno a las crisis migratorias no sólo en Suramérica sino también en el resto del mundo. Recientemente Sainz Borgo recibió el IV PREMIO DE PERIODISMO “DAVID GISTAU” por su columna “Aunque digáis lo contrario”.
Letralia