El artista británico, de 53 años, ha cosechado elogios de la crítica a lo largo de su carrera, pero nunca había ganado en los Oscar hasta ahora
CHRISTOPHER NOLAN (1970- )
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Francisco A Casanova S

El pasado domingo 10 de marzo 2024, en el Dolby Theatre en Los Angeles, Christopher Nolan cumplió con su condición de favorito en la gala de los premios al ganar su primer Oscar por la dirección de "Oppenheimer" y luego otro a la mejor película. El artista británico, de 53 años, ha cosechado elogios de la crítica a lo largo de su carrera, pero nunca había ganado en los Oscar hasta ahora. Estuvo nominado por dirigir "Dunkerque" en 2017 y por guion original en 2010 por "Inception" y en 2001 por "Memento."

"Ganar este reconocimiento de mis compañeros es la guinda del pastel", dijo entre bastidores. "Es muy importante para mí. Es un final maravilloso para lo que ha sido un año increíble". Nolan no tardó en sumar una segunda estatuilla cuando "Oppenheimer" cerró la velada ganando el premio a la mejor película, uno de los siete Oscar a los que optaba, entre ellos el de mejor actor para Cillian Murphy y el de actor secundario para Robert Downey Jr. La película obtuvo 13 nominaciones a y ha recaudado casi 1.000 millones de dólares en todo el mundo. Christopher Nolan se ha labrado una carrera fascinante gracias a sus innovadoras técnicas de filmación e historias complejas con un intrincado diseño de producción. En pocas palabras, su originalidad es uno de los elementos que caracterizan la impronta estética y argumental de su obra. Es uno de los directores más importantes de las últimas décadas y de los pocos visionarios capaz de combinar con éxito lo intelectual y lo comercial. Sus películas sorprenden y desafían a los espectadores.

Christopher Jonathan James Nolan cuenta con una filmografía de 17 películas que abarca desde Following (1998), hasta la reciente Oppenheimer (2023), pasando por su más que conocida trilogía de El Caballero Oscuro y otras cintas como Memento (2000), Insomnio (2002), The Prestige (2006), Origen (2010), Interstellar (2014), Dunkerque (2017),Tenet (2020) yOppenheimer (2023). Un ávido director que toca varios géneros (cine bélico, histórico, de ciencia ficción, policíaco, de superhéroes…) pero que insiste en impregnar su cine de una esencia que lo hace único.

Christopher Nolan, conocido por su narrativa cerebral y a menudo no lineal, nació el 30 de julio de 1970 en Londres (Inglaterra). Nolan ha pasado de realizar películas independientes de bajo presupuesto a trabajar en algunas de las mayores superproducciones de la historia. Gracias a su estilizada renovación de las convenciones del cine negro, Nolan se estableció como creador de películas psicológicamente exigentes que desafían cualquier clasificación. Mientras estudiaba Literatura Inglesa en el University College de Londres, rodó películas de 16 milímetros en la sociedad cinematográfica de la U.C.L., donde aprendió las técnicas que más tarde utilizaría para realizar su primer largometraje, Following (1998), con un presupuesto de unos 6.000 dólares. El thriller negro fue reconocido en varios festivales de cine internacionales antes de su estreno en salas y le dio a Nolan la suficiente credibilidad como para conseguir una importante financiación para su siguiente película. La segunda película de Nolan fue Memento (2000), que dirigió a partir de su propio guion, basado en un cuento de su hermano Jonathan. Protagonizada por Guy Pearce, la película le valió a Nolan numerosos reconocimientos, como las nominaciones al Oscar y al Globo de Oro al mejor guion original. A continuación, Nolan dirigió el thriller psicológico aclamado por la crítica, Insomnia (2002), protagonizado por Al Pacino, Robin Williams y Hilary Swank. El punto de inflexión en la carrera de Nolan se produjo cuando se le dió la oportunidad de revivir la franquicia de Batman en 2005. En Batman inicia (2005), Nolan devolvió al héroe icónico un nivel de gravedad, y su interpretación descarnada y moderna fue recibida con elogios por los fans y la crítica. Antes de pasar a la segunda de la secuela de Batman, Nolan dirigió, coescribió y produjo el thriller de misterio El gran truco (2006), protagonizado por Christian Bale y Hugh Jackman como magos cuya rivalidad obsesiva conduce a la tragedia y al asesinato. En 2008, Nolan dirigió, coescribió y produjo Batman 2, El caballero de la noche (2008), que llegó a recaudar más de mil millones de dólares en la taquilla. Nolan fue nominado al Premio del Gremio de Directores de América (D.G.A.), al Premio del Gremio de Escritores de América (W.G.A.) y al Premio del Gremio de Productores de América (P.G.A.), y la película también recibió ocho nominaciones a los Premios de la Academia. En 2010, Nolan cautivó al público con el thriller de ciencia ficción Inception (2010), que dirigió y produjo a partir de su propio guion original. El drama, que invita a la reflexión, fue un éxito de taquilla en todo el mundo, recaudando más de 800 millones de dólares y convirtiéndose en una de las películas más discutidas y debatidas del año. Entre sus muchos reconocimientos, Inception recibió cuatro premios de la Academia y ocho nominaciones, entre ellas las de mejor película y mejor guion. Batman: El caballero de la noche asciende (2012), una de las películas más criticadas y taquilleras de 2012, concluyó la trilogía de Batman de Nolan. Debido a su éxito en el reinicio del personaje de Batman, Warner Bros. contrató a Nolan para producir su renovada película de Superman, El hombre de acero, que se estrenó en el verano de 2013. En 2014, Nolan dirigió, escribió y produjo la película épica de ciencia ficción Interstellar (2014), protagonizada por Matthew McConaughey, Anne Hathaway y la gran actriz Jessica Chastain. Paramount Pictures y Warner Bros. estrenaron la película el 5 de noviembre de 2014, con críticas positivas y buenos resultados en taquilla. Sus últimas películas son “Dunkerque” (2017), película ambientada en la Segunda Guerra Mundial, “Tenet” (2020), intriga de espionaje y ciencia-ficción sobre aspectos de inversión temporal con John David Washington como protagonista y Oppenheimer.



Entre sus películas destacadas nos encontramos con: The Prestige (2006):una mezcla cautivadora de magia y tensión es un thriller de época que guarda sus mejores cartas para el final. Las potentes actuaciones de Hugh Jackman y Christian Bale permiten que la historia no decaiga en ningún tramo y la recreación de Europa en el siglo XIX es un deleite visual. Una pequeña joya. En Memento (2000): las señas de identidad de Nolan están presentes en este arrollador ejercicio de innovación cinematográfica. Su estructura no lineal y exploración profunda de temas provocativos componen un rompecabezas fascinante que permanece en la memoria mucho tiempo después de haberse visto su visionado.
 
Inception (2010): Los sueños y el mundo interno de nuestro subconsciente se unen en una exploración inmersiva que plantea preguntas interesantes y desarrolla un estudio de la psique humana tan complejo como fascinante. Un reparto en estado de gracia y el creativo diseño de producción ideado por Guy Hendrix Dyas completan una experiencia asombrosa.
 
Interstellar (2014): la epopeya emotiva de Nolan rinde homenaje a grandes clásicos del cine de ciencia ficción como la icónica 2001: una odisea del espacio. Un viaje espacial de gran importancia para el futuro de la humanidad es el trasfondo para una historia sobre los vínculos emocionales que nos unen a través del tiempo y el poder del amor. La fotografía de Hoyte Van Hoytemay el diseño de producción de Nathan Crowly, exploran los distintos rincones del espacio para crear imágenes inolvidables y la música de HanzZimmer potencia el nivel sentimental de la trama de manera sublime. Una película hermosa y grandilocuente, con un gran corazón.
 
El caballero oscuro (2008): La joya de la corona. La visión operática de Nolan sobre el justiciero gótico alcanzó su punto más alto con esta entrega donde la presencia del Joker supone un conflicto de proporciones inimaginables para Batman y la corrupción se apodera de las calles de Ciudad Gótica. La última actuación del fallecido Heath Ledger es un prodigio a todo nivel que engloba todas las capas conocidas del personaje y las transforma en lugares novedosos que aumentan su poder formal. El discurso hábilmente elaborado sobre la delgada línea entre el bien y el mal le otorga múltiples lecturas de profundidad a esta obra maestra del cine de superhéroes. El Caballero de la Noche es la impresionante segunda entrega de Batmangracias a la que Nolan, lleva a las películas de superhéroes a un nuevo nivel, conjugando una excelente historia con grandes interpretaciones. Nolan sitúa a “El Caballero…” como un film más cercano al género policiaco, con una gran carga emocional y filosófica y trascendiendo géneros y desafiando sus convenciones logrando una cinta que más allá de ser una película “evento”, es un trabajo memorable que ha proporcionado a los espectadores una de las mejores películas de superhéroes y probablemente con el mejor malvado de los últimos 30 años en el mundo del cine:
 
En las películas de superhéroes existe la sensación de que, independientemente de los retos a los que se enfrente el protagonista, todo saldrá bien al final. Esa certeza falta aquí, y su ausencia puede representar el logro más impresionante de Nolan. Batman es falible y su mundo es peligroso. El Caballero de la Noche o "The Dark Knight" es una película embrujada que salta más allá de sus orígenes y se convierte en una tragedia fascinante. Crea personajes que nos importan. Eso es por las actuaciones, por la dirección, por el guion y por la calidad técnica superlativa de toda la producción. La actuación clave en la película y una de las más memorables interpretaciones de las últimas décadas, es del fallecido Heath Ledger, como el Joker, y se convirtió en el primer ganador póstumo del Oscar desde Peter Finch en 1977. Con Oppenheimer Nolan da un paso más en su camino hacia una mayor madurez como narrador audiovisual al mismo tiempo que nos plantea una nueva manera de exponer su habitual concepto del cine como espectáculo. Para abordar la figura del denominado “Padre de la bomba atómica”, Nolan desarrolla la angustia existencial y la culpa del protagonista. Llega hasta el alma y el tormento de su protagonista al mismo tiempo que dibuja con trazo firme el retrato de una época y un acontecimiento clave que, como defiende el propio diálogo de la película, cambió nuestro mundo definitivamente. A través del mismo Nolan nos propone una impecable reflexión sobre la cultura de lo nuclear, incidiendo nuevamente en la exploración de los códigos del cine negro que constituyen una corriente genérica dominante en su cine, construye una clase magistral de trabajo con el plano contraplano convertida en una especie de ballet de recursos cinematográficos, planificación, composición visual, ritmo, montaje y uso de música y sonido, desplegando ante al espectador un fluido ejercicio de suspense de tres horas de duración. Nolan se supera también en Oppenheimer como constructor de laberintos esgrimiendo nuevamente en esta película su más que probado talento para hacer del juego con la descomposición y reconstrucción de la cronología del relato el cincel con el cual esculpe y somete a sus inquietudes metanarrativas esta reflexión sobre la historia que va más allá de la historia.S.C. Lannom dice que cuando uno ve por primera vez una película de Christopher Nolan de principio a fin, suele experimentar dos conceptos contradictorios: "Sé dónde estamos", y.…"¿Cómo hemos llegado hasta aquí?". Esta es la cualidad única que Nolan ha desarrollado a lo largo de los años, y todo se basa en una forma: el círculo. Encontraremos círculos en todas sus películas...
 

 
En las películas de Nolan nos encontramos con varios elementos característicos de su arte. Entre ellos, la narración no lineal, quela trama rompa el orden cronológico es una de sus principales marcas. No es algo nuevo. Directores como Billy Wilder, Akira Kurosawa o Federico Fellini ya lo hicieron. Nolan juegacon las líneas del tiempo, lo que ha hecho de su cine un elemento único. Ya utilizó este recurso en su ópera prima, Following(1998), pero fue con Memento, cuando demostró su maestría a la hora de llevar al extremo la narración disruptiva, lo que le llevó a ser reconocido como un visionario en su arte. Otro tema recurrente en las películas de Nolan es: ¿Qué es la verdad?, en Memento(2000), quedaba explícito con el interrogante de si los recuerdos son verdaderos o inventados. De una forma más audaz, se plantea en The Prestige (2006), a través del ilusionismo plantea esa pregunta dando una respuesta incómoda. Como sabemos que lo que vemos es verdad. La respuesta es dejarse engañar. Según Nolan no hay verdad objetiva, sino la subjetiva vista por cada individuo. Otro elemento de su cine es la deconstrucción espacio-temporal, unida a la narración no lineal, su otra marca de autor, la relatividad temporal. Así como le gusta romper la cronología de sus historias, también le atrae el deconstruirlas temporalmente, llevando al límite la lógica del espacio tiempo. Con Tennet(2020)y su reversión del flujo temporal, esto puede verse de forma más explícita. Con Interstellar (2014), en la que Nolan partió de la teoría científica real para qué, Cooper (Matthew McConaughey) no envejezca durante su travesía espacial al mismo ritmo que los habitantes de la tierra y llegue incluso a descubrir una nueva dimensión. Es el manejo del tiempo una fijación recurrente de Nolan, con el tiempo y todos los conceptos adheridos a él. Desde su experimentación con las líneas temporales no lineales en Memento(2000), a la percepción de los estadios temporales de un sueño dentro de otro sueño. En Inception (2010), la teoría espacio-temporal que define el viaje central y la frontera existente en la relación padre-hija de Cooper (Matthew McConaughey) y Murphy (Mackenzie Foy) en Interstellar; y la regresión de los viajes en el tiempo presentes en Tenet. Nolan ha construido de manera progresiva un ensayo concreto sobre el tiempo como un estrato infinito y lleno de posibilidades con diferentes ramificaciones en la condición humana y su relación con el universo. El jugar con el espacio-tiempo, lleva a Nolan a tener un gusto por las paradojas y la aparición de estas en la trama. Algo que no le gusta a todo el público debido a la enorme complejidad. La ausencia de una lógica cotidiana o esa sensación de frustración derivada de la falta de una resolución explícita de los acontecimientos. Nolan es muy aficionado a las paradojas, como pudo verse en Inception. 2010, en la que el cineasta se negó a dar a los espectadores un final explícito y cerrado cuando mostró a Joseph Gordon Levitt y Elliot Page caminar por las escaleras de Penrose, también llamadas infinitas.



Otro detalle muy interesante de las películas de Christopher Nolan es la impresionante ejecución de los elementos visuales, en concreto todo lo relativo a los efectos especiales. La alta calidad de estos sorprende aún más con la revelación de que, a diferencia de la mayoría de las películas contemporáneas, éstos no son generados con CGI (computer-generatedimagery) sino a través del uso de técnicas artesanales. De esta manera, el acabado es mucho más realista que los efectos generados por ordenador y requieren un nivel de planificación y ejecución complejo para obtener un resultado satisfactorio. La impresionante pelea en el pasillo del hotel de Inception se logró a través de la construcción de un set giratorio que facilitó el efecto de gravedad cero; las tormentas de polvo en Interstellar fueron el resultado de ventiladores que soplan grandes toneladas de aditivo alimentario para crear la sensación de polvareda. Por otro lado, el planeta sumergido en agua que visitan los astronautas requirió un trabajo muy preciso para cobrar vida. La locación elegida fue un lago en Islandia donde se utilizó un equipo móvil de acrobacias enlazado a un vehículo todo terreno anclado en la locación y se contó con la asesoría de un grupo de físicos para un mayor grado de veracidad científica. De esta manera, se logró crear la simulación de la ola gigante que amenaza la vida del grupo de Cooper. Para Nolan la representación del héroe es otra de sus marcas personales, que está contenida en la trilogía de Batman. La importancia de los héroes y lo que representan para la sociedad. Su caballero oscuro era el símbolo de deseo de renovación y esperanza. Con unos ideales enmarcados en ese tiempo que aún no ha llegado y es desconocido. Siendo capaz si es necesario de sacrificar ese símbolo para conseguir un bien mayor. Por otro lado, también remarca el peso e importancia del pasado en la construcción del carácter de sus protagonistas, como pasa con la mansión Wayne y lo que influye en Bruce al convertirse en Batman. Esto no ha sido algo exclusivo de la franquicia del icónico Superhéroe. Es un elemento que también se deja sentir en los protagonistas de Inception, Interstellar y Dunkerque.Hay una serie de lecturas sobre la memoria presente en la obra de Nolan que fácilmente se pueden enlazar con la relación entre realidad y ficción. El ser humano puede recordar eventos de maneras distintas, no siempre cómo sucedieron realmente. También existe la posibilidad de concatenar varias situaciones para crear un panorama difuso en el que no todo es lo que parece. El rompecabezas argumental de Memento convierte los recuerdos de Leonard (Guy Pearce) en piezas sueltas que buscan un vínculo fundamental para adquirir sentido, mientras que en Inceptionlas remembranzas cobran vida en el mundo de los sueños, algunas veces en forma de pesadillas dolorosas. Y en Interstellar los momentos clave de la vida de Cooper con Murphy guardan la solución para resolver el conflicto central.
Nolan hace películas enormes y logísticamente complejas, apoyándose en un estrecho círculo de colaboradores; Emma Thomas es la consigliere. Además de ser la esposa de Nolan y la madre de sus cuatro hijos, ha producido cada una de sus películas. Fue Thomas quien deslizó un ejemplar de un libro sobre la evacuación de Dunkerque delante de Nolan; es ella quien mira por encima de su hombro el pequeño monitor que lleva colgado del cuello en el plató (en lugar de tener una aldea de vídeo tradicional en la que los productores se agrupan alrededor de los monitores); y es ella quien sabe cuándo intervenir en una tarea y cuándo dejar que el perfeccionista director resuelva algo por sí mismo.

 


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