Ha habido un alegre revuelo en estos días en las RRSS por el ascenso del cantante lírico venezolano residenciado en Berlín Samuel Mariño
CANTANTES BARROCOS EN EL CINE Y LAS REDES
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Óscar Reyes Matute

Se ha afirmado que posee, biológicamente, una voz excepcional, se ha contado que ha triunfado afirmándose en su condición gay, escapando del maltrato a que fue sometido en Venezuela cuando escuchaban su voz aniñada. Se ha dicho que es sopranista, un soprano, y que sólo él y su voz fuera de lo común han permitido que muchas óperas barrocas puedan finalmente cantarse, ya que no se habían podido grabar por la carencia de una voz como la suya, que esa voz es "verdadera", y no como la de la película Farinelli, que supuestamente fue creada por computadora, es decir, la de Farinelli sería una voz artificial, sintética, literalmente, generada con un sintetizador.

Celebramos el éxito de Samuel Mariño, pero muchas de las afirmaciones anteriores, que recibí en varios chats, no parecen sustentables. Vamos a contarles a nuestros lectores algunas historias acerca de los castrati, las sopranos y los contratenores, y de la película Farinelli.

1.- En primer lugar, la voz de la película Farinelli de Gerard Corbeau (ganador de un Oscar por El Maestro de Música) no fue creada por computadora ni es artificial. Para cubrir las tres octavas y media del registro del castrato más famoso de la historia, se mezclaron las voces del contratenor norteamericano Derek Lee Ragin (para los registros medios y graves, o voce di petto), y de la soprano polaca Ewa Malas-Godlewska (para las coloraturas y los sobreagudos, o voce di testa). O sea que es una mezcla, no una voz artificial.

2.- La denominación sopranista tal vez no sea del todo exacta. En realidad, sería más adecuada la de contratenor, porque es un tenor que canta en falsete, y cuyo registro es el equivalente al de una contralto, o el de una mezzo, pero nunca con tanta potencia como la de las voces femeninas, exceptuando tal vez a Phillipe Jarousky, que es un bestia. Por esta razón, los contraternores cantan música de cámara, en espacios pequeños, con orquestas pequeñas, pero no funcionan en teatros grandes: digamos, en la Sala Ríos Reyna del Teresa Carreño no se escucharían plenamente, y los taparía una orquesta sinfónica.

3.- Muy rara vez, cuando los contratenores van al falsete, alcanzan la tesitura de soprano, por lo que en las escuelas europeas los clasifican académicamente como contratenor mezzo (la mayoría) y contratenor soprano (muy pocos). Por eso tuvieron que usar a Ewa Malas-Godlewska para los registros de soprano ligera en Farinelli. Pero entiéndase que la historia cuenta que Farinelli tenía un registro de tres octavas y media, algo descomunal. En la ópera del siglo pasado, tal vez María Callas tenía un registro parecido: tres octavas y media que le permitían cantar como mezzo a Rosina (Una voce poco fa, El Barbero, Rossini) o Casta Diva (Norma, Bellini). Debo confesar que hasta donde he oído a Mariño, no puedo dar fe de que cante con un registro de tres octavas y media o menos.

4.- Si usted revisa el repertorio de nuestro admirado compatriota, verá que canta en el registro de mezzo, como en el caso de una exquisita grabación de Decca donde hace de Querubino en Le Nozze de Figaro de Mozart cantando Voi Che Sapete. Querubino es un personaje escrito por Mozart para voz de mezzo, no de soprano. Pero por supuesto que es perfecta para un contratenor-mezzo, como Mariño. ¿Y quién soy yo para contradecir a Mozart? Lo hermoso del personaje, es que usualmente lo canta una mezzo vestida de mancebo. Fíjense que el personaje es un niño que despierta a la sexualidad, y que pregunta: "Oh, tú que sabes, ¿qué cosa es el amor...?"

5.- El contratenor no lo es debido a una condición biológica especial. Es una técnica que se estudia y se aprende, a cantar en falsetto, y que requiere una gran dedicación, décadas de esfuerzo y mucho talento. Samuel Mariño tenía la voz natural de pecho tan aguda y aniñada, que le hacían bullying, por lo que su familia lo llevó a un foniatra a ver si se la "ponían" más grave, para lo cual habrían tenido que bajarle la tráquea (la manzana de Adán), lo que requiere de una operación muy complicada. Como los foniatras tratan a muchos cantantes líricos que se rompen el aparato fonador cantando a toda mecha, al parecer este foniatra sabía bastante de música (eso es normal, por ejemplo, entre los foniatras del servicio foniátrico del Teresa Carreño) y le recomendó algo sabio: ya que tienes esa voz, ¿por qué no estudias canto lírico? Podrías cantar música barroca y... Bravo por el foniatra, nos ha salvado a un gran artista. Mariño lo cuenta en una entrevista en la BBC, les dejo el link al final del texto.

6.- En el caso del castrato sí lo es, los castraban de manera infame (técnicamente, los capaban, les cortaban los testículos) para que no produjeran las hormonas masculinas que te cambian la voz en la adolescencia, y que así mantuvieran la voz blanca de niños, en un negocio atroz que sin embargo creó algunos artistas sublimes pero muy trágicos. Mariño advierte, muerto de la risa, que él no es castrato. Este trato deleznable con la voz y la sexualidad de un niño emasculado es justamente lo que nos estremece de la película Farinelli.

7.- Un castrato moderno podría ser Michael Jackson, que se sometió a tratamiento hormonal para no perder la voz blanca de niño, es decir, fue una especie de castrato químico. Uno recuerda la voz hablada de Jackson, y era algo verdaderamente especial, para no decir bizarro. Si usted oye la voz de Mariño en la entrevista, se dará cuenta de que es muy aterciopelada, muy "femenina", y yo añadiría que tiene un hermoso timbre, podría doblar personajes femeninos en películas animadas de Disney y Pixar. Pero, cuando oyes su voz natural, de pecho, enseguida te das cuenta de que cuando canta va al falsetto, como todo contratenor, por supuesto, con arte sublime.

8.- O sea, no existe "el soprano" (a menos que sea Tony Soprano), sino "la soprano" y "el contratenor".

9.- Me temo que todas esas óperas que los chateadores venezolanos dicen que nunca se grabaron ni cantaron hasta la llegada de Samuel Mariño, pues... Sí que se han grabado, por grandes contratenores, sobre todo a partir del excelso Alfred Deller (quien revivió la vieja escuela de los contratenores en Europa), y ni hablar de Dominique Visse, Phillipe Jarousky o René Jacobs.
La entrevista de la BBC señala que es: "el primer soprano masculino que canta en (el festival de ópera de) Glyndebourne (UK)". Lo cual no es lo mismo que decir que determinadas óperas se han grabado por primera vez gracias a él.

10.- No tenemos que inventar para alabarlo, no hace falta, no seamos tan venezolanos. Este joven es un maravilloso artista, en su justa dimensión. Creo que más pronto que tarde, nuestro compatriota estará en ese mismo olimpo de los cuatro grandes contratenores que hemos mencionado.
No creo que Decca lo contratado por ser gay, sino porque es un extraordinario cantante. Ojalá venga pronto a cantar música de cámara en el Teresa Carreño, en la sala José Félix Ribas. Yo lo aplaudiría cualquiera sea la condición sexual que Mariño libérrimamente haya escogido.
PD: Me encanta su outfit: me recuerda a Liberace, mutatis mutandi...


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