Lionel Messi ha estableciendo un récord que se antoja inalcanzable para cualquier jugador mortal en lo que resta de historia
OCTAVA MARAVILLA
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Hernan Quiroz Plaza

En la misma ciudad que lo destrató, con la conquista del Mundial de Qatar a flor de piel, Lionel Messi se tomó revancha y alzó su octavo Balón de Oro. Leo volvió a París después de finalizar su contrato con el PSG y blanquear ya como futbolista de Inter Miami que su paso de dos años por la capital francesa “no fue como esperaba”.“Fui el único campeón del mundo sin ser reconocido en la cancha”, advirtió Messi como ejemplo de la indiferencia que sufrió en su propio clubmeses antes de su salida. Reconocimientoque, por obra del destino, le llegó en el Teatro de Chatelet, frente al río Sena, donde se realizó la gala del tradicional premio que otorga la revista France Football.

Lionel Messi lo hizo de nuevo y es imposible no emocionarse con este Octavo Balón de Oro, porque este oro se confeccionó en Qatar. Este premio se tutea con la tercera estrella: es hijo de la vuelta olímpica en Lusail y por eso tiene un valor más especial para Leo, que los siete que consiguió anteriormente. A los 36 años, después de lograr un Mundial que marcará un antes y un después, no para de superarse y, quizás, ser contemporáneos de uno de los mejores deportistas de la historia no nos deje ver su magnitud...El que explica de manera didáctica el fenómeno Lionel Messi y este nuevo récord es Pep Guardiola. Lo hizo mucho antes de la noche mágica en París. "El Balón de Oro debería tener dos secciones: una sola para Leo y otra para los demás". Y habrá que entenderlo de esa manera. Del 2006, cuando fue nominado por primera vez (salió 21° y el oro fue para Fabio Cannavaro), a este 2023 que se lleva el Octavo para su museo en Barcelona, Leo nos acostumbró a lo extraordinario. No parece real que un deportista se mantenga en la cima durante muchos años...

Leo, sentado durante el evento con Julián Álvarez y Lautaro Martínez, es todo sonrisa y humildad. Del chamo al hombre cambiaron muchas cosas. Del que jugaba a la pelota en la habitación con Oscar Ustari en Alemania 2006 al padre que va a observar a su hijo mayor (Thiago) jugar a la pelota. La esencia no se modifica, las ganas de ganar tampoco. Esas que su papá Jorge le contó que tenía Maradona y justo en el día del cumple 63 del Diego, como otro guiño del destino, Messi bate otra marca para que Argentina sea el país con más Balones de Oro y eso que Maradona no lo pudo lograr porque hasta 1995 no lo podían obtener los sudamericanos. Messi se acordó de Maradona en el día de su cumpleaños y le dedicó el Balón de Oro. "Quiero hacer una última mención a Diego. Hoy es su cumpleaños, y creo que no hay mejor lugar para desearle un feliz cumpleaños, rodeado de jugadores, exjugadores, técnicos, de gente que le gusta el fútbol, como le gustaba a él. Así que, dónde quiera que esté, feliz cumpleaños, Diego, esto también es para vos. Lo comparto con vos y con toda Argentina", sentenció Leo, generando un sinfín de aplausos.La Pulga, el futbolista con más títulos de la historia, decidió retirarse de la elite europea para disfrutar de su familia en Miami, aunque el animal competitivo está intacto. En julio llegó a Estados Unidos, en agosto le dio el primer título de su vida al Inter de Miami con la Leagues Cup, estuvo cerca de obtener el segundo con la US Open y ya metió otra página en los libros porque se convirtió en el primer jugador que se queda con el Balón de Oro que no juega en Europa. Así, la MLS se anota un logro gigante y sigue creciendo...

RECORD DIFICIL

Lionel Messi ha estableciendo un récord que se antoja inalcanzable para cualquier jugador mortal en lo que resta de historia. Campeón del mundo con Argentina con siete goles y tres asistencias a lo largo del torneo. KylianMbappé fue el único jugador capaz de superar al argentino en goles (8 dianas) y de arrebatarle el único trofeo individual que no ganó en el Mundial de Catar. Fue el Mundial de Messi. En su quinta y posiblemente su última aventura en este torneo, la pulga alzó a Argentina como campeona, 36 años después del triunfo en México 1986 con Diego Armando Maradona. Qatar 2022 tuvo un sabor especial para los argentinos tras la muerte de una de las mayores leyendas argentinas en el año 2020. El noruego Erling Haaland, con su triplete de trofeos con el Manchester City, incluida la Champions, una Premier League y el trofeo de máximo goleador de Inglaterra, y el francés Kylian Mbappé, máximo anotador del pasado Mundial, tendrán que esperar todavía por lo menos un año.

Tenía 22 años, 5 meses y 11 días Lionel Andrés Messi cuando ganó el primer Balón de Oro. Ya era una estrella mundial porque brillaba en el Barcelona de Pep Guardiola. Recibió el premio el domingo 6 de diciembre de 2009; llegó al estudio de TF1 (la cadena pública francesa) junto a sus tres hermanos Matías, Rodrigo y María Sol. Con timidez, luego de besar la pelota de oro por pedido de los fotógrafos, la Pulga habló. "Lo único que me queda es ganar el Mundial", soltó. Era la previa de Sudáfrica 2010.El tiempo pasó. Y un círculo -uno más- acaba de cerrarse este lunes 30 de octubre en la colosal carrera de Messi: con 36 años, 4 meses y 6 días, acompañado de su esposa AntonelaRoccuzzo y sus tres hijos -Thiago, Mateo y Ciro-, levantó su octavo Balón de Oro, primera vez lo hace con el título de campeón del mundo, ese que dijo que le faltaba en el lejano 2009.Pasarán los años y Qatar será el punto más alto en la vida futbolística de Messi. Todo lo que le sucedió antes y después estará por debajo de ese hito. Acaso este nuevo Balón de Oro sea el último de los grandes mimos que se desprenden del primer Mundial en tierras árabes.

Una locura. Es tan gigantesca la marca Messi, él solo, tiene más Balones de Oro que los ocho países más importantes del fútbol (exceptuando Argentina): Alemania, Francia, Portugal y Holanda reúnen 7 cada uno, Inglaterra y Brasil 5, Italia 4, España 1. Ejemplo: Alemania ganó sus 7 a través de Beckenbauer 2, Rummenigge 2, Gerd Müller 1, Matthäus 1 y Matthias Sammer 1. Francia con Platini 3, Raymond Kopa 1, Jean-Pierre Papin 1, Zidane 1, Benzema 1. Es muy curioso: el fútbol es un deporte colectivo en el que fascina lo individual. Veneramos al goleador, nos interesa saber quién fue la figura de la cancha, buscamos permanentemente al superhéroe. Y el Balón de Oro es la exaltación de la individualidad, un título de nobleza para toda la vida. Uno dice “RuudGullit, Balón de Oro 1987”, “Hristo Stoichkov, Balón de Oro 1994”… Casi deberían incluirlo en sus tarjetas de presentación. Messi necesitaría tarjetas tamaño carta. Tanta expectativa genera este nombramiento como la final de la Champions League. Por eso mismo no está exento de polémica, de si fulano lo merece o se lo regalaron, de si es justicia deportiva o puro marketing. Primero valen algunas precisiones: el galardón no premia el año calendario sino la temporada europea, en este caso, la actuación de los futbolistas entre el 1° de agosto de 2022 y el 31 de julio de 2023. ¿Qué méritos se tienen en cuenta…? Esto dice el reglamento: “El Balón de Oro se concede basado en tres criterios principales: 1. Desempeño individual y carácter resolutivo e impactante. 2. Actuaciones colectivas y palmarés. 3. Clase y juego limpio”. ¿Quiénes eligen…? Hay dos vertientes: una, los 100 periodistas de todo el mundo consultados por France Football; otra, la votación digital en la que pueden participar internautas de todo el planeta.En ambas ganó Messi con amplitud

LOS CANDIDATOS
 
Los candidatos cumplían ampliamente los tres requisitos, aunque hay matices, claro. Y no hubo sorpresas ni en el orden: 1) Leo, 2) Haaland, 3) Mbappé. Mbappé era el primer descarte: marcó 51 goles en ese lapso (entre el PSG y la selección), pero ganó un solo título: campeón francés, aunque fue declarado el mejor del torneo. Le da brillo a su foja el haber llegado a la final del Mundial en Qatar y ser el goleador del campeonato. Una palabra define su fútbol: potencia. Es un guepardo. Posiblemente el futbolista de mayor poderío físico de la historia entre los grandes-grandes. Es una combinación de fuerza, velocidad y agilidad por partes iguales. Son sus herramientas para el gol. Si la tira larga, se fue, nadie puede igualarle la línea. El secreto para marcarlo es encimarlo y anticiparlo. Es romperredes sin ser de área, arranca de atrás, desde la punta izquierda, hace la diagonal y busca los tres palos. Tampoco posee una técnica refinada, en el uno contra uno gana por rapidez, no por talento o engaño, y muchas veces, por su propio vértigo, se le ensucian o estropean jugadas prometedoras. Es muy fuerte de la cabeza. Tiene alma de número uno y se prepara para ello. Aprende, ha perfeccionado su remate, sobre todo de derecha, lo ajusta al palo. Ya es el encargado de los penales y tiros libres en el PSG y en la selección. Eso le ayudará estadísticamente. Sus puntos negativos: no elabora juego, necesita de un asistidor que lo habilite en profundidad (en el PSG era Messi, en Francia, Griezmann). No pasa bien la pelota, diríamos que sorprendentemente mal muchas veces. Estaba claro que llegaría al podio, pero no coronaría. Es un futuro ganador. Erling Haaland, en su primer curso en Inglaterrademostró que es un vikingo feroz: no sólo ganó el triplete (Premier League, Copa Inglesa y Liga de Campeones), además marcó 56 goles. Y a los 22 años. ¡Un fenómeno…! Llega a la red por diversos caminos: de atropellada, de cabeza, de rebote, contratacando con espacios, estando en el área, volando por el aire, como el extraordinario tanto que le marcó al Borussia Dortmund en Champions. Es un salvaje del gol. Al principio se pensó en un grandote torpón parado en el punto del penal, nada que ver, tiene mucha movilidad, arranca de atrás, cuando sale del área participa del circuito de armado del equipo y sabe jugar, entrega muy bien la pelota y le pega con precisión. Mide 1,94 y tiene una carrocería que le da para aguantar a los zagueros, incluso voltearlos, pero lo más importante en él, además de su olfato goleador, no es la fuerza sino la colocación: siempre está donde cae la pelota. Es instinto. Y define con el manual. Eso sí, es un modelo que no trae de fábrica la habilidad ni el amague, la gambeta o el enganche. Despierta bramidos, no suspiros.Y Messi… Su cosecha ha sido el título de campeón francés -como Mbappé- en el que fue elegido mejor jugador extranjero. Y el Mundial, nada menos. Esto último desnivela, pesa toneladas. El campeón y la estrella de Catar 2022, donde marcó 7 goles y dio 3 asistencias. Y, de propina, se fue a revolucionar el fútbol de Estados Unidos. Fichó por el peor equipo y lo convirtió en referencia mundial. Es el rey del pase-gol. Crea, conduce, asiste y convierte. Todo el repertorio. Leo hizo 39 goles en el período de elegibilidad del Balón de Oro, menos que Haaland y Mbappé, pero los dobló en asistencias. Igual, en Messi, el gol es un tópico más. Y está el juego ¿no…? En este punto les lleva kilómetros, a ellos dos y al resto del gremio.

GOLES Y LOGROS

Generalmente, para el análisis de posibilidades en estos premios se enumeran goles y logros, no juego, ítem fundamental. ¿Cómo explicarlo…? Si Italia ganara el Mundial 2026 empataría con Brasil: tendrían cinco coronas cada uno. ¿Qué diremos en ese caso, que son iguales porque tienen cinco Mundiales los dos…? No, el fútbol brasileño ha sido a lo largo de la historia infinitamente más que el italiano. Ha tenido decenas de genios de la pelota contra algún que otro crack de Italia (¿Roberto Baggio…?), ha dado festivales de balón, es la excelencia, la clase, la magia. Eso mismo es Messi frente a todos los demás futbolistas. Haaland y Mbappé nunca llevarán el balón como Leo ni harán sus pases maravillosos, ni tendrán su clarividencia, jamás podrán hacer el desborde de Messi ante Gvardiol, de Croacia, ni la asistencia para el gol de Molina ante Holanda ni sus goles deliciosos de tiro libre. Nadie juega como él. Y está su impresionante regularidad. El lunes 16 de octubre cumplió 19 años en Primera División (¡diecinueve…!), por eliminatorias sudamericanas le metió dos golazos a Perú. Los otros son goleadores, no genios. Hay Haalands y Mbappés, puede haber Vinicius y De Bruynes, no Messis. Ahora, en la etapa de la sabiduría, Leo ha tenido una temporada de ensueño, la de entregar delicadezas, genialidades, piezas futbolísticas de antología. Lo reconocen sus colegas, es el ídolo de todos los jugadores. En la elección digital, el público dio su veredicto: 38,9% para Leo y 61,1 restante para los otros veintinueve de la lista. Por eso y por la percepción general, nunca estuvo tan claro: debía sumar su octavo galardón. Que pudieron ser diez o doce. "Si el Balón de Oro fuera realmente para el mejor jugador, Messi lo ganaría todos los años", reflexionó el inglés Gary Lineker.Ronaldo Nazario, Michael Owen, Thierry Henry, Jamie Carragher, Eden Hazard, Ronald Araujo y el ambiente en general se manifestaron en favor de Leo. Menos el madridismo, que está “enfadao”(siempre está “enfadao” si no lo recibe un madridista).

EN CATAR
 
No hay dudas de que Messi se quedó con el Balón de Oro por el Mundial. Y es justo el reconocimiento porque significa también el mensaje de nunca bajar los brazos; es el premio a la perseverancia. Existe una secuencia de Leo en la final contra Francia que no tuvo tantas repercusiones, pero que pinta de manera exacta al capitán argentino. Ocurrió cuando KylianMbappé anotó el transitorio 2-2. Ahí, mientras los galos deliraban, la Pulga estuvo a nada de caer vencido al piso en claro gesto de rendición. Pero agarró fuerzas de algún lado (¿su eterna compañera, la abuela Celia?), se plantó sobre la punta de sus pies, ya casi con las rodillas en el césped, y se incorporó. Luego, levantó la cabeza y caminó hasta la mitad de la cancha para sacar y seguir intentando. El destino lo esperaba sonriendo.¿Qué jugador fue Messi en esta temporada que lo premian? Uno más terrenal, es cierto. Pero tan determinante como siempre. Este Leo modelo 2022-2023 es distinto, por ejemplo, a aquel de 2009 que ganó el primer Balón de Oro. Tiempo atrás, el rosarino participaba más de la construcción del juego porque tenía resto físico para después ser finalizador. Ahora, el respaldo que tiene de la Scaloneta es total porque el mediocampo brilla y vuela. Así, a Messi solo le resta ser determinante en los metros finales y en jugadas puntuales. Messi sigue siendo el único argentino en ganar el Balón de Oro que entrega la revista francesa desde 1956. Es cierto que lo recibieron Alfredo Di Stéfano (1957 y 1959) y Enrique Omar Sívori (1961), aunque jugaban con nacionalidad española e italiana, respectivamente. Sonríe Messi, con una pelota brillante y dorada cerca de su rostro, y el mundo es un lugar un poquito más justo.

"Como dije y lo repito mil veces soy un agradecido de tener la carrera que tuve y los momentos que toqué vivir y estos últimos años haber conseguido la Copa América y sobre todo el Mundial porque cerraron muchas cosas. Primero el sueño de cualquier jugador de ser campeón del mundo, después de haber peleado muchísimo tiempo y haber tenido muchos tropiezos y que llegue al final y de esta manera y sobre todo porque era lo que me faltaba ¿no? Tenía todo y lo que me faltaba era el más importante por lo que significa ser campeón del mundo para un jugador y para nosotros los argentinos después de tanto tiempo. Muy especial todo", le dijo ya en declaraciones a la cadena ESPN."Siempre disfruté todo de la misma manera. Desde chiquito jugar al fútbol es mi vida, es lo que me gustó. Y por eso decía que estoy disfrutándolo, intentando vivir cada momento como el último porque sea poco o mucho lo que me queda son los últimos años".“Yo jugué en el mejor equipo del mundo y gané todo a nivel selección. Agradecido a Dios"."Me encantaría poder despedirme de la gente de Barcelona de otra manera. Quedó una sensación rara cuando me fui. No está bueno por lo que compartimos y vivimos, con lo que me dio el club y yo le di al club, me merezco poder despedirme de esa gente, que compartimos tantas alegrías y tristezas. Es mi casa. Amo a esa gente, encantado si se da"."En la vida hay muchos golpes duros, vivimos en un país difícil, estamos acostumbrados a remarla, el objetivo es volver a levantarse, intentar y seguir adelante en lo que nos propongamos". Es, sin duda, la última pieza de un currículum que impresiona y que ha colocado tan alto el listón que parece tallado para la posteridad.Messi gana este Balón de Oro dos años después del último, el primero que no levantaba con la camiseta del Barcelona y el primero que respondía a sus gestas con la selección.Ahora, fiel a su reputación de futbolista global, se convierte en el primer jugador que gana el premio sin competir en Europa, después de que a principios de temporada se alejara del principal foco futbolístico para llegar al Inter de Miami.Su aura es tan grande que la estela de sus éxitos continúa dejando huella, Lionel Andrés Messi es el mejor jugador de la era del futbol global, porque hasta hace un puñado de años las reglas de France Football impedían a genios como Pelé o Diego Armando Maradona sumarse a la fiesta.

MUCHOS PREMIOS
 
Messi acumula 16 grandes premios individuales. De los ocho Balones de Oro cuatro fueron compartidos con el de mejor jugador de la FIFA, cuando el premio se unificó. En 2009 se alzó con ambos y el año pasado volvió a ser TheBest. A ello suma seis Botas de Oro (2010, 2012, 2013, 2017, 2018 y 2019).Además, ha sido el máximo goleador de la Liga de Campeones en cinco ocasiones (2009, 2010, 2011, 2012 y 2015) y de la liga española en ocho (2010, 2012, 2013, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021).Una lista a la que se suman cuatro Ligas de Campeones (2006, 2009, 2011 y 2015), diez ligas españolas (2005, 2006, 2009, 2010, 2011, 2013, 2015, 2016, 2018 y 2019), siete Copas del Rey (2009, 2012, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2021), tres Mundiales de clubes (2009, 2011 y 2015), tres Supercopas de Europa (2009, 2011 y 2015), siete Supercopas de España (2006, 2009, 2010, 2011, 2013, 2016 y 2018), el Mundial sub-20 de 2005 y los Juegos Olímpicos de 2008.La Copa América de 2021, la primera de Argentina en 28 años, tras haber perdido tres finales (2007, 2015 y 2016), también llevó su firma, al igual del Mundial de 2022, una espina clavada tras haber perdido la final de 2014.Así, Messi extendió su reino a la selección, la frontera que más tardó en conquistar.

Su figura estará para siempre ligada al Barcelona, club al que llegó con 13 años para seguir un tratamiento hormonal y en el que levantó una leyenda, máximo goleador histórico de la liga, del Barcelona, de Argentina y de cualquier otra selección sudamericana y segundo máximo anotador de la Liga de Campeones.Tratándose de Messi, nadie se atreve a asegurar que el octavo Balón de Oro sea el último.Su única frontera parece su propia leyenda, que lo ha llevado hasta la gloria.Este Balón de Oro completará el círculo virtuoso. A Leo le había pasado siete veces de recibirlo y sentir que no podía disfrutarlo como debía. Le faltaba algo: levantar la copa más deseada. Nunca se dio por vencido. Lo intentó, sufrió y lloró mucho. Podía haber elegido otro camino, pero la pasión, el amor por suselección y el fútbol, pudo más. Ahora ya no le falta nada. Por eso no busquen más, la Octava Maravilla en este mundo es Lionel Messi.




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