Pedro Mosqueda
Vi el juego Brasil-Vinotinto, como le corresponde a un buen compatriota y desde luego todavía conectado y celebrando la "chilena" del venezolano Eduardo Bello. Lo que más celebro no es el histórico empate, es la cara de sorpresa del más mundialista y temerario de los equipos de fútbol en todo el planeta.
El remate de espaldas a la portería contraria, de nuestro nuevo héroe nacional, todavía le da vueltas al mundo.
Bello puso en boca de todos la geniallidad de esa acrobacia que le atribuyen al español - chileno Ramón Unzaga, quien a pesar de lo extraordinario como atleta en varias disciplinas murió de un infarto a los 31 años (31/8/1923) hace 100 años.
Pero no nos dispersemos, el futbolista Eduardo Bello, viene de esa legendaria escuela popular que tiene su génesis por allá en el año 1962 inspirada por protagonistas como Lázaro Candal en Catia, en Aragua Manases Capriles (el padre del periodista deportivo Gabriel Capriles) y tantos otros como el entrenador Antonio Cabrujas que a sus 82 años todavía pone potencia al fútbol venezolano dándonos estos talentos que cada cierto tiempo nos emocionan y llenan de ilusiones; lo cual se agradece en estos tiempos aciagos que vivimos.
Después del jueves la VINOTINTO presenta otra cara y no será casual que por primera vez vayamos a un mundial... Desde la época de aquella otra mítica vinotinto, que estuvo a un paso de ir a las finales de la Copa América, y guiada por un maracayero proveniente de la misma escuela popular del fútbol menor en Venezuela, Juan Arango. Es obvio que no será fácil, estamos en la confederación más difícil del planeta, la Sudamericana, donde hay 10 campeonatos mundiales. En ninguna otra confederación sobre la tierra existe algo semejante, así que a soñar y luchar: tenemos un gran entrenador, que está haciendo que los muchachos se lo crean, y tenemos jugadores como Bello en todas las grandes ligas del mundo, el que menos juega en el monumental, con River Plate, y ya es un ídolo en Argentina, José Salomón Rondón.
Esa noche, después del juego y alrededor de una barra; los parroquianos extendimos hasta muy tarde nuestras cuitas, no era para menos y tiene razón el más sabio del grupo en la materia que con voz engolada sentenció:
- Coño, no tengo dudas que ese chamo maracayero, ingresó por la puerta grande a la Cantera de Aragua.
Otro sabio, le respondió: despierta camarada, es de Cua Estado Miranda.
Yo digo que guaro, carabobeño, yaracuyano; maracucho o mirandino; lo importante es que es venezolano y nos tiene celebrando la victoria