Édgar Sanabria, nació el 3 de octubre de 1911 en Caracas, fué un abogado, político, diplomático y miembro de la Academia de la Lengua
EL PRESIDENTE OLVIDADO
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Juan Carlos Thula

Sanabria llegó a ser Presidente de la Junta de Gobierno luego de conducir la transición democrática a la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez; el 23 de enero del mismo año. Estudió derecho en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Sanabria recibió el testigo del Contralmirante Wolfgang Larrazábal; quien renuncia a la presidencia para participar como candidato en la contienda electoral de 1958.

Sanabria, había sido el secretario de la Junta desde su inicio, propuesto por el sector militar dado su prestigio, al renunciar Eugenio Mendoza y Blas Lamberti (miembros plenos) pasa a integrarla para luego ser designado Presidente de la misma a raíz de la renuncia de Larrazábal. La Junta de Gobierno estuvo integrada por Wolfgang Larrazábal, Crnl. Pedro Quevedo (EJ), Crnl. Carlos Luis Araque (GN), Crnl. Abel Romero Villate (AV) y Crnl. Roberto Casanova (EJ) y Edgar Sanabria como Secretario. El Acta Constitutiva de la Junta de Gobierno se modifica en su artículo 1 para incorporar al Dr. Blas Lamberti y al Sr. Eugenio Mendoza Goiticoa, nombres propuestos por Oscar Centeno Lusinchi coordinador del Comité-Cívico Militar y aceptados por el sector castrense, pasando a ser siete los integrantes para posteriormente renunciar Roberto Casanova y Romero Villate por su cercanía al régimen depuesto y quedar con cinco miembros como se constituyó en su inicio.



PRESIDENCIA

En su corto período de gobierno promulgó la Ley de Universidades en la que se restablecía el estatuto de la autonomía universitaria y la inviolabilidad de su recinto por parte de las fuerzas policiales, emitió el decreto número 473 por el cual creaba en Parque Nacional El Ávila, crea vía decreto número 521 el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y también modificó la Ley de Impuesto Complementario elevando la tasa impositiva de las empresas petroleras del 50% al 67%, con efecto retroactivo del 1ro de enero, hecho que provocó la protesta airada del presidente de la Creole en Venezuela y Sanabria sin temblarle el pulso lo expulsó del país.

Como Presidente fué muy peculiar como también muy original, a veces se iba en carro por puesto para Miraflores –evitando usar el carro oficial–, se podía ver la caravana presidencial detrás del vehículo de transporte público donde se trasladaba el primer magistrado.

Siendo abogado, profesor universitario, diplomático, y no teniendo experiencia política, ejerció con acierto –para sorpresa del país – la Presidencia; sobre todo supo sortear los complejos momentos que vivió su corta administración, donde se comprobó la solera con la cual estaba hecho el prestigioso jurista.

Después de llevar el barco a buen puerto y entregarle la banda presidencial a Rómulo Betancourt el 18 de febrero de 1959, regresó a la docencia para posteriormente ser designado embajador en la Santa Sede (59-63), Suiza (64-68) y Austria (68-70).

 

VIDA PRIVADA

En 1974 se casa con Cecilia Báez Palacios, amiga de su juventud, lamentablemente el matrimonio hace aguas en 1987 al hacerse la relación invivible, aunado a un ACV que había sufrido dos años antes, esto hizo que se fuera a vivir a casa de un hermano con la salud ya minada, y es en 1989 que sufre un derrame cerebral que le quita la vida a este excelso venezolano.

Venezuela perdió a un ilustrísimo hijo, que con acierto y firmeza contribuyó a forjar una sólida democracia que por 40 años fué ejemplo en la región como sistema político.

“El flaco Sanabria”, así lo conocía la mayoría, espero que algún día y no muy lejano un puesto de guardaparques del majestuoso cerro El Ávila –el cual él constituyó como Parque Nacional–, lleve su nombre o alguna avenida del país; honrando a este destacado venezolano quien fué Presidente de la República, y así no sea más un presidente olvidado.

-Honrar a un político es enaltecer la democracia-.



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