Osiris Martinez Leal
Ya que a poco tiempo de despegar la aeronave, sus ocupantes no daban crédito a lo que estaba sucediendo, dada la reconocida experiencia profesional de los dos pilotos amigos, que jamás imaginarían tan fatal e inesperado desenlace junto a sus familiares más cercanos.
La aeronave siniestrada era una Súper King Air 200, indicativo BE20, de fabricación estadounidense, ala baja y con dos (2) motores turbo hélices. Con una capacidad para 8 pasajeros. Contaba con doble comando (para 2 pilotos), no obstante su diseño permitía ser operada por uno sólo. Además, estaba certificada para operar en condiciones meteorológicas adversas conocidas, sobrevenidas o inadvertidas.
Los ocupantes de la Súper King Air, eran integrantes de una misma familia incluídos Germán Wolter, piloto y propietario, y su amigo y experimentado colega quien pilotaba el avión, Bernardo Azócar y su señora esposa, Hilda Rincón. El resto del pasaje estaba compuesto por Paula Hómez, esposa de Wolter, sus hijos Germán y Mía, su suegra Laura Prieto de Hómez y Federico Wolter, progenitor de Germán.
¿QUIÉNES ERAN GERMÁN WOLTER Y BERNARDO AZÓCAR?
Germán Wolter La Guardia, piloto y propietario de la aeronave, era un conocido y muy apreciado empresario. Sus familiares fueron los dueños de una de las ferreterías más grandes y modernas de Maracaibo: "Wolter & La Guardia", ubicada en la avenida 8 (calles Santa Rita con 64), la cual fue destrozada por un incendio hace varios años. En la actualidad era propietario de Laticon (Latinoamericana de la Construcción, S.A.), empresa mixta de construcción civil en la zona norte de Maracaibo y naval, ya que posee un astillero en la avenida Los Haticos, al frente de la iglesia La Milagrosa, cercana al terminal de pasajeros.
Por su parte, el capitán Bernardo Azócar, era un piloto muy competente y de vasta experiencia. Oriundo de Barinas, donde laboró como aviador del sector gubernamental e Instructor de vuelo. Evaluador y Chequeador de pilotos, asignado por el entonces Ministerio de Transporte y Comunicaciones, hoy Ministerio del Poder Popular para Transporte Acuático y Aéreo. Azócar, decide irse a vivir a Maracaibo y con el apoyo de su hijo, piloto comercial también y varios de sus colegas, retoma el oficio como piloto comercial e instructor de vuelo en monomotores y multimotores a pistón, después de varios años alejado de los aviones.
ASOMBRO E INDIGNACIÓN
El organismo colegiado que agrupa a los profesionales del aire, la Asociación de Pilotos y Profesionales Aeronáuticos de Venezuela (APPA) y la Asociación Venezolana de Profesionales de la Aeronáutica Civil (AVPAC), emitieron ipso facto, sendos comunicados en rechazo a las declaraciones emitidas a través de los medios de comunicación nacionales e internacionales y las redes sociales, las cuales califican como falsas; así como por los comentarios de quienes se autodenominan especialistas, las cuales aparte de temerarias, las consideran irrespetuosas, ya que arremeten sin consideración alguna, contra los pilotos Bernardo Azócar y Germán Wolter, así como por exponer argumentos incoherentes y de expresar públicamente resultados, sin que las autoridades aeronáuticas hayan hecho pronunciamiento alguno o hipótesis del accidente.
La AVPAC por su parte, expone a la opinión pública: "Entendemos que todo accidente trae conmoción a la población y es normal que se generen interrogantes, así como matrices de opinión y conjeturas al respecto, siendo estás ofrecidas muchas veces de manera irresponsable, por personas neófitas en la materia y con escasa experticia en el ámbito aeronáutico. Visiblemente motivados por una insensata sed de protagonismo, e indiferentes a sus opiniones, con las que vulneran la memoria de los involucrados, lesionan su integridad, la dignidad de sus familiares y allegados, quienes merecen absoluta consideración y respeto en esos momentos tan difíciles".
"Tan trágico y muy lamentable fue el accidente, como el irrespeto y las descalificaciones vertidas en prejuicio de los pilotos fallecidos, que desbordan todo plano ético, para mal ubicarse en el centro de una polémica, con argumentos incoherentes, manifestó indignado un piloto zuliano, quien apoya la propuesta de que el Ministerio Público abra una investigación a quienes emitieron esas declaraciones, las que califica de insensatas, y que armaron todo un escándalo con mucho estruendo cuyo eco aún resuena”.
Por investigación reporteril de Coro Hoy, se pudo conocer que a la hora que despegó el YV3296 el aeropuerto Internacional La Chinita, el cielo se observaba despejado, y las formaciones de nubes estaban aproximadamente a unas 12 millas náuticas, (cada milla náutica es de 1,852 metros) ósea unos 22 kilómetros. Al momento que despegaron las condiciones meteorológicas eran favorables en el aeropuerto de Maracaibo o su indicativo OACI. Internacional civil de aviación civil, (ICAO) siglas en inglés. Detrás del King 200, despegó un BE19 o Beech 1900 utilizado por Chevron. Y tomo la misma ruta desviándose igual que Azocar delante de ellos, con la separación mínima entre ambos aviones dada en secuencia de despegue por la torre de control. Ambas aeronaves salieron primero el 200 en secuencia con escasos 15 minutos como máximo, la segunda siguió al norte pasando casi por la misma salida del súper King 200, pero más al oeste y con más altitud debido a la mejor performance del Beech 1900.
¿QUÉ FUÉ LO QUÉ FALLÓ?
¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que falló? Eso lo determinará la Oficina Administrativa de Seguridad del Transporte de Venezuela, a través de la Junta Investigadora de los Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (JIAAC), que se apoya en el INAC, para que suministre archivos de los expedientes de pilotos, así como licencias y certificados médicos. También se apoyan en talleres y técnicos en mantenimiento aeronáuticos, datos de vuelo, certificados para evaluar y determinar las posibles causas. Debido que la aeronave no poseía grabadora de datos de vuelo del avión, tampoco grabadora de voz en la cabina, ya que por su certificado de aeronavegabilidad no era obligatorio. La JIAAC tiene competencia de exigir la colaboración de la empresa fabricante de la aeronave y con la original respectiva del mantenimiento aeronáutico, a manera de establecer los factores, elementos e irregularidades si los hubiere, que pudiesen haber propiciado el trágico accidente, apuntaron categóricos los directivos de los gremios de los pilotos y profesionales aeronáuticos.
La junta investigadora se concentrará en varios frentes para determinar por descartes la posible causa que originó el accidente, como condiciones meteorológicas, recopilación de restos de la aeronave involucrada, inspección interna de los motores, (esto determinará si estaban funcionando o no), documentación del piloto, revisión con la OMA, los mantenimientos del avión. Entrevista con los controladores de la Torre y aproximación Maracaibo encargada de vigilar las aeronaves en la pantalla del radar, y estudiarán las grabaciones archivadas de las comunicaciones por frecuencia de radio.
Después de todo esto vendrá un informe preliminar, que dará a conocer el camino a investigar en profundidad, para dar una conclusión del hecho.
La aeronave YV3296 BE 20, había despegado del Aeropuerto Internacional La Chinita, de Maracaibo con rumbo al aeropuerto Internacional Santiago Mariño, en Margarita, Nueva Esparta, en una ruta que quedó incompleta. Según declaró el viceministro para la Gestión de Riesgo y Protección Civil, Carlos Pérez Ampueda, a través de su cuenta de X, antes Twitter, "el último punto donde se tuvo comunicación con la aeronave, fue la isla de San Carlos. El avión dejó de tener contacto por radar y no respondió a los llamados por radio en frecuencia 119.7 Mhz de Aproximación Maracaibo a las 3:40 p. m. (hora local)". En ese sentido, el Instituto Nacional de Aeronáutica (INAC), afirmó en un comunicado que desde ese momento se activó el protocolo de búsqueda y salvamento.
De acuerdo a la leyes y reglamentos establecidos y siguiendo el protocolo, a las 24 horas el Servicio de Búsqueda y Sálvame (SAR) de Venezuela, solicitó la colaboración de una aeronave con un piloto local que sobrevoló por tres horas la zona donde se supone habría caído el avión. Desde éste lograron avistar parte de la aeronave para dar la ubicación a las autoridades; lo cuál permitió a los rescatistas encontrar los primeros restos del avión. También participó un helicóptero que se trasladó desde Caracas contratado por los familiares de las víctimas para colaborar en la búsqueda.
Al día siguiente, viernes 10 de mayo, fueron encontrados e identificados, los primeros tres cuerpos: Germán Wolter (niño), Hilda Rincón (esposa del piloto Bernardo Azócar) y Paula Homez de Wolter. El domingo 12 de mayo fueron hallados los cuerpos de la pequeña Mía Wolter y la de sus abuelos: Federico Wolter y Laura Prieto de Hómez. Los cuerpos quedaron fragmentados.
"Lamentablemente, hasta este momento, no hemos localizado ningún sobreviviente”, declaró a Venevisión Alberto Sobalvarro, Alcalde del municipio insular Almirante Padilla, quien agregó que “el avión ya está totalmente ubicado en un sitio que tenemos marcado en el lago, hoy lunes 13 de mayo".
Sobalvarro indicó que mediante las investigaciones en el lugar del suceso trabajan para encontrar los cuerpos de ambos pilotos.
Asimismo, dijo que una Comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de Protección Civil, arribó el lunes 13 de mayo al municipio Almirante Padilla, para continuar con las investigaciones del fatal accidente de la aeronave de la familia Wolter, públicó el diario Versión Final en su página Web.
ÚLTIMO VIRAJE“Según se puede apreciar en el trazado satelital, el piloto desvió la nave hacia el norte de su ruta original para bordear el mal tiempo que tenían al frente (práctica habitual de los aviadores), continuando su ascenso evadiendo o bordeando la nubosidad. En la gráfica del registro satelital se observa que realizó un viraje por la izquierda, y allí finaliza el movimiento horizontal de la aeronave.
RACHA ADVERSAEl penúltimo accidente del cual se tenga público conocimiento, fue el de un avión a pistón marca Cessna modelo C340, en ruta Los Roques/Valencia. El avión cayó en una salina, cerca del aeropuerto de Valencia, con saldo de tres personas fallecidas; dos pasajeros y el capitán, del cual se desconocen las causas.