Los mandatarios de El Salvador y Argentina enfrentan los riesgos de la antipolítica digital en América Latina
BUKELE Y MILEI: UN NUEVO PODER
A-AA+
Carlos Roque
EL JOVEN PUBLICISTA
La elección de Nayip Bukele como Presidente de El Salvador en 2019 rompió con el bipartidismo del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional(FMLN izquierda) y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha) que compartieron el poder durante treinta años al término de la guerra civil y la firma de los respectivos acuerdos de paz. Un año antes había dejado la Alcaldía de San Salvador como militante del FMLN para fundar su propia organización integrada a la alianza conservadora Unidad Nacional (GANA) que ganó los comicios en la primera vuelta frente a Carlos Calleja de ARENA y Hugo Martínez del FMLN.
EL “MILLENIAL” MEDIÁTICO
A los 38 años, de profesión publicista y empresario Bukele asumía la Presidencia en un país de 6 millones de habitantes pero que sin embargo, registraba “el mayor número de homicidios per cápita en todo el mundo”. Una violencia delictiva principalmente ejecutada por pandillas juveniles llamadas “maras” convertidas en el azote de la población. Si bien los gobiernos anteriores asumieron el problema con los recursos legales tradicionales para enfrentar el tema de la delincuencia; y tratándose además de grupos delincuenciales sin la sofistificación operativa ni la experiencia armada de los carteles de la droga de México, Colombia y ahora Ecuador, Bukele convirtió el combate por la seguridad en el principal objetivo de un mandato que aplicaría las reglas del marketing y la publicidad en la gestión del gobierno. Ajeno a la definición de izquierda y derecha, con el uso intensivo de la redes sociales, y el primer país en adoptar el bitcoin como moneda nacional y avanzar, en paralelo a una abierta guerra contra las “maras” que amplió el apoyo popular a su gobierno, lo cual le sirvió para confiscar poderes públicos como la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General en operaciones de fuerza dirigidas personalmente.
LA REELECCIÓN
En marzo de 2022 Bukele declaró el Estado de Excepción para combatir las “maras”, aunque organizaciones sociales “denuncian motivos políticos y una criminalización de la protesta”. Se estiman en 76 mil las personas que han sido detenidas de las cuales 6 mil han sido reconocidas por el propio gobierno como inocentes. De cara a las elecciones presidenciales de 2024 la Constitución negaba la reelección inmediata pero mediante una interpretación de sus juristas, con una renuncia simbólica de seis meses, tal como ocurrió, podría optar a un nuevo período. De esta manera Bukele con una vasta popularidad y sin contendor fuerte, y con una oposición disminuida más la resignación colectiva, acudió a las elecciones del 3 de febrero para ser reelecto Presidente de El Salvador junto a su Vicepresidente Félix Ulloa. El mismo Bukele, sin darse a conocer oficialmente los resultados por el organismo electoral y desde el balcón del Palacio Nacional, anunció su victoria con más del 85 por ciento de los votos, según dijo y “rompiendo un récord de todas las democracias del mundo”. El ente comicial desconoció el anuncio del mandatario y ordenó el reconteo de votos, lo cual en su conjunto finalmente no cambiaría el abrumador triunfo del mandatario. Eufórico, Bukele se proclamó esa noche mandatario de “la primera democracia de partido único del mundo”
EL LIBERTARIO TENAZ
EL 10 de diciembre de 2023 Javier Milei asumió la Presidencia de Argentina para un ensayo de gobierno sustentado en la propuesta de un economista a contracorriente de la realidad que prometía un “paraíso libertario”, cuya concreción, se conocería en cuarenta años. Si bien había ganado la segunda vuelta de la consulta presidencial, no era el personaje que conmovió a la opinión pública con su sorpresiva mayoría en las Primarias PASO frente a las opciones del macrismo y el peronismo con lo cuál se auguraba un cambio de las hegemonías o “catas”, como él suele decir. El triunfo del peronista Sergio Massa en la primera vuelta, variaba el escenario.
EL PACTO
Los números para asegurar la victoria final recomendaban el acuerdo con la tercera votación obtenida por Patricia Bullrich de “Juntos por el Cambio”, el partido de Mauricio Macri cuyo apoyo en el Congreso resultaba necesario para acometer las reformas prometidas, y efectivamente el compromiso se formalizó incluso para llevar a la Bullrich y al economista Jesús Caputo a las mismas estratégicas posiciones que ocuparon durante gobierno de Macri. Ya en el gobierno, Milei comenzó a cambiar muchas de sus ofrecimientos durante la campaña y a preparar los decretos de la “Ley Ómnibus” para ser llevada al Parlamento. Mientras tanto crecieron las protestas sindicales y en las regiones provinciales por incremento del costo de la vida y la aplicación de diversos decretos administrativos.
LA “LEY ÓMNIBUS”
Luego de varias discusiones y revisión de algunos artículos la ley tal como estaba concebida, el texto fue rechazado con el voto de parlamentarios que habían prometido el apoyo al gobierno. Una decisión que plantea la primera crisis en el alto nivel de la política argentina a los tres meses de gobierno. Milei mientras bailaba en el Muro de los Lamentos en Jerusalén y listo para viajar a Italia para hacer las paces con su paisano el Papa Francisco, denunció la traición de parlamentarios e incluso de funcionarios de alto nivel y la activación de un “Plan B”. “La vida es un tango”, dicen los porteños-