Carlos Roque
En la comodidad del hogar la familia es hoy impactada en tiempo real, por la devastación de poblaciones inocentes y los estragos de sangrientos combates militares, lo que en el pasado era material para el uso posterior de relatos periodísticos o memorables fotografías y películas, ahora son escenas cotidianas impactantes y conmovedoras, pero desgraciadamente no siempre confiables, por el manejo emocional de las redes sociales de la postverdad. De esta manera el ciudadano común, a lejana distancia de bombardeos y el ruido de los cañones, se considera partícipe sin desearlo, de batallas y horrendas matanzas.
RUSIA, UCRANIA, OTANLa invasión rusa de Ucrania, conocida como “Guerra de Ucrania”, iniciada el 24 de febrero de 2022, constituye una escalada de la guerra ruso-ucraniana que comenzó trás los sucesos del Euromaldán en 2014, y se trata del mayor ataque militar convencional europeo desde la Segunda Guerra Mundial. A casi dos años el conflicto incorpora directamente en sus acciones a los 31 países miembros del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con el poderoso poder logístico-militar de Estados Unidos.
GAZA-ISRAEL
El 7 de octubre de 2023 el grupo palestino Hamás con el control de Franja de Gaza inició una incursión y ataques al interior de Israel. Lo que podía considerarse como un nuevo episodio en una confrontación histórica agravada desde 1948 con la creación del Estado de Israel, ahora se inscribe en la nueva tensión bélica mundial. Estados Unidos (incluso el Presidente Joe Biden alterando la costumbre diplomática viajó a Jerusalén en pleno conflicto), para ofrecer apoyo material al gobierno del Primer Ministro Benjamín Netanyahu. Al mismo tiempo, Hezbolláh y otros grupos palestinos radicales se activan en países como Líbano y Siria que ya viven fuertes y largos enfrentamientos.
La viralización mediática de la guerra hace que poblaciones sin nada en común, con los israelitas o palestinos se enfrenten en algunas ciudades, con un furor propio de fanáticos en un Mundial de Fútbol.
SOPLAN VIENTOS DE GUERRAEduardo MartínezDesde poco antes de que estallara la pandemia, a principios del 2020, los vientos de guerra empezaron a circular por el globo terráqueo desde Europa Oriental, cuando Rusia invadió UcraniaEsa invasión produjo un reagrupamiento de los bloques de países, que grandes o pequeños, empezaron a moverse de acuerdo a sus viejos intereses y conflictos geopolíticos.
China puso sus rasgados ojos sobre Taiwán. Azerbaiyán contra Armenia y la República de Artsaj en la región del Alto Karabaj. Nicaragua perdió sus reclamos sobre la isla de San Andrés. Y la agitación revivió con fuerzas conflictos de menos a mayores escalas en el Oriente Medio, África y otras latitudes.
EL ESEQUIBO
Es en este contexto que resucita el diferendo Venezuela-Guyana por los reclamos venezolanos sobre la Guayana Esequiba. El gobierno de Georgetown se sintió fuerte como para repartir concesiones petroleras en el frente atlántico venezolano, en una zona no delimitada todavía. Para luego en abril del 2023, introducir una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que desestime los reclamos venezolanos.
Si examinamos el caso del Esequibo, desde una óptica estrictamente académica y legal, Venezuela tiene suficiente asideros para hacer valer sus reclamos.
Eso debiera servir de forma y fondo para que el Esequibo sea devuelto a Venezuela. Aunque en el mundo, los conflictos de guerra nos demuestran que en estos últimos años – y sobre todo con la invasión rusa a Ucrania – los argumentos legales han tenido poco que ver.
A lo que no escapa la violencia guyanesa con la cual, violentando los acuerdos vigentes, ha venido otorgando concesiones en un mar que no está bajo su jurisdicción.
LEGALIDAD INTERNACIONAL POST-1945
En 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, el mundo estableció un marco internacional que evitara nuevos conflictos. Lo que abrió las puertas de organizaciones como la ONU, la Corte Internacional de Justicia, y más recientemente, Corte Penal Internacional (CPI), entre otras instituciones.
Sin embargo, después de la Primera Guerra Mundial, había surgido la Sociedad de Naciones (1919) con sede en Ginebra, Suiza. Una experiencia que fracasó por las apetencias territoriales de las potencias europeas y asiáticas. Japón y Alemania se retiraron de la Sociedad ed Naciones en 1933, Italia en 1936 y la Unión Soviética fue expulsada en 1939. Eso acabó con la experiencia.
UN NUEVO RIESGO
La actual situación de guerra en varios continentes, todos por conflictos territoriales, abre un peligroso escenario de desconocimiento del marco legal internacional.
¿Con quién se alineará el gobierno venezolano? ¿Con la legalidad o con un nuevo orden basado en la fuerza? … En todo caso, pareciera que soplan vientos de guerra.