Homenajes recordatorios del centenario del natalicio de nuestro grandioso artista titular de ganada proyección y respetabilidad
LA VIDA DE JESÚS SOTO
      A-    A    A+


Alfredo Schael

Asistimos en el Trasnocho Cultural a la reposición especial de la película Jesús Soto dirigida por Marilda Vera, producción de Cinesa.

Fue otro de los homenajes recordatorios del centenario del natalicio de nuestro grandioso artista titular de ganada proyección y respetabilidad. La exhibida es la producción fílmica realizada hace más de dos décadas.

Tres años de trabajo invertidos en Francia y Venezuela hasta lograr esa buena pieza cinematográfica, travesía por la vida del representativo personaje del siglo XX. En cualquiera de los sentidos analizables, estupendo abordaje del propósito de presentar y proyectar en el centro de lo demás, a Soto el ser humano. Nada negativo en el relato de momentos, ideas y ejecutorias del creador a quien la fama no logró desarraigarlo de su país natal. Varios testimoniales ocupan minutos de la película. Apreciables tomas por las cámaras del terruño bolivarense de Soto.



También, la recordación del niño que no hubo pared en la cual sus trazos y dibujos dejasen de captar la atención de sus mayores y vecinos. Igualmente, la sensibilidad e interés del perseverante menor que alcanzaría figurar en el listado mundial de los más representativos artistas cinéticos. En la película cobra importancia lo propio de aquellos predios donde nace y crece Jesús traído al mundo el 5 de junio de 1923 en un lugar muy pobre de Ciudad Bolívar, frente al soberbio Orinoco. Que no obstante tanta inestabilidad – la familia jamás tuvo casa propia, preñado por la disposición natural de ser artista, lo anima en Guayana la primera escuela, la consagrará estudiar arte y trabajar en Caracas y en Francia, la gloria lo abrazará, también debido al empeño y despliegue incesante de admirable creatividad y estudiar sin desmayos.




En otra de aquellas ricas conversaciones con Marilda Vera, Soto le acredita y agradece a Arturo Uslar Pietri alcanzar el convencimiento de que sí existe relación entre la majestuosidad del entorno natural que lo envolvía durante sus primeros años de vida en Guayana y cuanto, como artista, magistralmente desarrolla y plasma en su obra, esa considerada novedosa, encantadora, integradora de ideas, materiales, formas, movimientos y colores. Genialidad creativa inclusiva de penetrables con los cuales alcanza deslumbrar y demarcar campos frente a los resto de los precursores del arte cinético.

A nombre del Trasnocho Cultural, José Pisano actuó como buen anfitrión de quienes llenaron una de las salas. Como invitadas especiales a la reposición de la película, tomaron parte en la conversación: una de las hijas del artista, quien anunció: luego de 18 años de abandono, está en pleno proceso de rescate el Museo Soto de Ciudad Bolívar; la renombrada curadora de arte Taiha Rivero, y Marilda Vera.






Ver más artículos de Alfredo Schael en