En barrios y urbanizaciones crece la pintura en paredes con participación de reconocidos artistas y de vecinos comprometidos con el arte.
Los Murales Visten a Caracas
      A-    A    A+


Por Carlos Roque

El muralismo latinoamericano se ubica a principios del siglo XX, después de la Revolución Mexicana y al fragor de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión. Los artistas que participaron en él, plasmaban su visión sobre la identidad nacional y la situación social y política del país. Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Aurora Reyes, Fermín Revuelta, entre otros, quienes representan referencias significativas de la plástica continental. Sus temas fundamentales fueron la exaltación del trabajo, la lucha de los trabajadores y el movimiento de los obreros sindicales y se considera al pintor y maestro Gerardo Murillo como su promotor y conocido sucesor de José María Velasco Gómez, quien fundó el Centro Artístico de la Ciudad de México en donde emergieron los nuevos artistas. El mural trabajado con la técnica histórica del fresco, también tuvo su auge en los mismos años en los Estados Unidos.

UCV Y CENTRO SIMÓN BOLÍVAR

Si bien en Venezuela desde la época de la colonia se conocen murales en templos y casas, podría decirse que fue a mitad de los años cincuenta cuando cobra una importancia nacional con las obras creadas de los reconocidos pintores venezolanos e invitados extranjeros en la construcción de la UCV y el Centro Simón Bolívar que todavía se conservan como un valioso patrimonio nacional e internacional. No obstante, siempre en las barriadas son frecuentes los grafitis y murales como iniciativa de jóvenes aficionados.

SAN AGUSTÍN Y PETARE

En el barrio San Agustín desde hace unos años, el grupo llamado “Quinta Paila” ejecuta grafitis y murales que han transformado un espacio de la zona alrededor del Teatro Alameda en un interesante muestrario de arte popular y colectivo, y lo mismo se registra en zonas de Petare y en zonas populares del oeste de la ciudad.

RETRATOS DE BADSURA
 
Wolfgang Salazar y con el seudónimo que lo define como artista: Badsura, es muralista, y lleva una década entera trabajando con la técnica del grafiti, conceptualizando ideas, explorando nuevas técnicas y plasmando su propia visión del arte en paredes olvidadas de Caracas que han encontrado en él una nueva oportunidad para expresarse. Su apodo proviene del artista callejero portugués Artur Bordalo por utilizar la basura como su medio para hacer obras llamativas en paredes y espacios públicos.

 
Mural en tributo al cantante venezolano, Oscar D’León, considerado uno de los más fuertes exponentes del género salsa en Latinoamérica y el mundo entero. Este mural está ubicado en el municipio Chacao, en Caracas. Foto: Jeanneizy García

LOS PALOS GRANDES DE NOCHE

A propósito de los 90 años de la urbanización en 2019, el dirigente vecinal y concejal Domenico Helmeyer impulsó el proyecto Los Palos Grandes de Noche (LPGdenoche) que ya cuenta con 35 murales hechos fundamentalmente con participación de los vecinos que se propusieron alegrar el ambiente nocturno. Pintores consagrados inician murales que son completados con la participación de los vecinos que han convertido las calles de la zona en una vistosa galería de arte. El éxito del proyecto se ha expandido a toda el área de Chacao y es ya un signo de identidad del importante municipio. Helmeyer anuncia nuevas obras, entre ellas una ejecutada por el maestro Juvenal Ravelo, sin duda, pionero en el arte con participación social.


 
RAVELO, EL MAESTRO

Juvenal Ravelo es uno de los más conocidos creadores del cinetismo venezolano con una larga trayectoria internacional y considerado junto con Jesús Soto y Carlos Cruz Diez como destacados del arte cinético en el mundo. Justamente, en 2001, Ravelo pintó el conocido mural cromático de la avenida Libertador y restaurado justamente el pasado año. Ravelo se vinculó temprano con la pintura con participación social con una importante tendencia mundial.
 
Ahora cuenta -al redactor de Eneltapete- que en 1975, regresó a su pueblo Caripito y convocó a los vecinos de su barrio a una tarea de pintura de calle, a la cual se incorporaron jóvenes e incluso ancianos de los sectores populares e hicieron de la aldea provinciana un poblado multicolor. Ravelo cuenta sonriente que cuando decidió incursionar con el cinestimo en sectores populares comentó la decisión a su amigo el escritor Julio Cortázar en una de las habituales tenidas de los cafés parisinos, Cortázar le dijo “me parece muy bien, pero no vas a ganar dinero, pero si aumentara tu fama como pintor”. El maestro anuncia que próximamente iniciara la pintura de un mural en una de las principales avenidas justamente de Los Palos Grandes. 






EL paseo de los murales





Ver más artículos de Carlos Roque en