Por Marcel Antonorsi Blanco
Los textos de todas las referencias bibliográficas sobre los Ángeles y sus temas directamente conexos, de seguro, no cabrían en una biblioteca medianamente grandecita (22 x 15 x 4,10 mts).
Sin embargo, entre todo lo escrito, hay poco de valor. Los autores que se han dedicado a este tema podrán ser muy doctos, afamados y seriotes pero no logran descender de las falsas alturas estatosféricas y superestructurales a la realidad concreta de las estructuras naturales. Apostólicos, apologetas, apócrifos, gnósticos, antignósticos, maniqueos, escolásticos, ortodoxos, monofistas, nestorianos y reformados se han ocupado en forma consubstancial de la angelología. Dionisio, Buenaventura (Doctor Seráfico), Tomás (Doctor Angélico), Tavard, Danielou y el mismo Billy Graham han explorado e implorado en estos campos, con uno que otro acierto...que hay que reconocer, en justicia.
Pero nadie (¿naiden?) se ha tomado a pecho y a cerebro la historia natural de los Ángeles, hasta que yo, humilde, pero, tajantemente decidí hacerlo. Y a Ustedes conmino por testigos.
Comencemos por alguna parte.
El Sexo de los Ángeles
Los Ángeles y las Ángeles (en buen castellano, no se dice: la Ángela) tienen sexo como usted o yo, y es hora de decirlo para terminar con la discusión bizantina que viene desde la época de los bizantinos, personas harto frecuentes en Bizancio, capital del famosísimo Imperio Bizantino.
¿Que cómo lo sé? Pues atando cabos.
El primer cabo que ato es el que me lleva a afirmar que los Angelitos chiquitos plausiblemente y con toda probabilidad deben ser hijos de Ángeles.
Las teorías de la generación espontánea y el fijismo están rotundamente descartadas. Luego: los Angelitos han sido debidamente paridos después de haber sido gestados y haber sido inicialmente concebidos de una manera que todos conocemos. La concepción extrauterina, mal llamada "de probeta", no niega el sexo de los concebidos, ni de los concibientes... a menos que usted se me quiera poner a discutir.
El otro cabo que ato es: que los demonios, nada menos que Ángeles también, aunque caídos, tienen sexos plenamente reconocidos por los más y/o menos egregios demonólogos de todos los tiempos. En efecto, hay demonios de los dos sexos (clásicos), los demonios íncubos que son machos y los súcubos que son hembras. Esto es así según todas las fuentes consultadas desde la edad media hasta hoy, y desde las más autorizadas hasta las más folclóricas, tanto del gobierno como de la oposición.
Y digo yo...(con mi proverbial agudeza) los Ángeles han debido tener un sexo desde antes de caer, porque... a nadie le sale sexo en una caída. ¿O acaso si?
Para mencionar el último cabo que me provoca atar (porque hay otros cuantos que no me provocan) es precisamente el del origen de los demonios.
En efecto, a uno cuando era chiquito le contaron un cuento que consistía en que Luzbel (llamado así porque era un Ángel muy bello, o, quizás, el más bello) quiso ser como el Supremo y se declaró en franco proceso insurreccional subversivo del orden establecido. La represión no se hizo esperar, y vino a aplicarle toda la estrategia y táctica de los ejércitos celestiales del orden a los irregulares y guerrilleros del desorden. En aéreo combate (pues para mí que celestial y aéreo son conceptos próximos), los derrotaron. No contentos con eso, les impusieron una tortura eterna en el infierno que le debe haber desfigurado el rostro a Luzbel, a quien de allí en lo sucesivo le aplicaron el remoquete o seudónimo de Lucifer que según los lingüistas quiere decir "luz fea".
Pues bien, esta es la versión oficial del gobierno. La oposición siempre ha dicho otra cosa.
Lo ocurrido más bien fue que un grupo de ángeles (machos) de exaltado libido "conocieron a las hijas de los hombres" en uno de sus descensos a tierra. De estas uniones interraciales salieron los gigantes que bastante lata dieron a gentes como a Juancito y las habichuelas, al Gato con Botas y al mismísimo Gulliver.
Por supuesto, la cosa se supo y se las aplicaron buenas a la manada de ángeles concupiscentes y gozones, quienes fueron a parar a las pailas u hornos del mismísimo Infierno. ¡Aja! ¡Para que aprendan!
Los Ángeles...¿Son Mamíferos, o qué?
Pues a primera vista eso parecen. Los Ángeles tienen todos los signos externos por medio de los cuales los observadores informados reconocemos, inequívocamente, a los mamíferos. Sin embargo hay elementos que pudieran llevar a los incautos a perpetrar gruesos errores.
El hecho de que tengan alas es lo que desconcierta pues, entre los mamíferos, sólo los murciélagos las tienen, que no recubiertas de plumas.
Los demonios (ángeles caídos) tiene sus alas de murciélagos, como también las tienen Drácula y Batman, a quienes nadie les va a negar que sean mamíferos.
El problema lo presentan los Ángeles propiamente dichos con sus alas de cisne blanco.... pues de cisne blanco son.
La solución del enigma es aún más sencilla que la solución del supuestamente dudoso sexo de los Ángeles. Hela aquí: todo Ángel tiene alas de murciélago sea o no caído, a menos que se las maquille con plumas de pájaro como hace todo Ángel que se precie.
O sea, a los Ángeles les parece mucho más primorosos y coquetos los cisnes que los murciélagos y hacen lo propio: se maquilan los alerones, se pegan unas plumas con "cola de carpintero" o cualquier otro producto... y hacen la superchería que todo incauto se traga.
Incidentalmente, hay otros mamíferos alados con plumas como los pegasos, los cupidos y Mercurio que tenía unas alitas en los tobillos. También hay reptiles como los dragones y los bichodonticláctilos prehistóricos que tenían alas "parecidas" a las de los murciélagos pero que son claramente reptiles. Las ardillas voladoras, por su parte lo que tienen es una especie de pellejo....pero no alas. Pero todo esto forma parte de otro cuento.
Ahora bien, lo que si es un caso es el número de extremidades. Los Ángeles en general tiene seis extremidades (2 brazos, 2 piernas y 2 alas) con la excepción de los serafines que tienen la exageración de diez (2 brazos, 2 piernas y 6 alas). Esto sin duda los hace más cercanos a los insectos, a los crustáceos o a los moluscos que a los mamíferos, y, sin lugar a dudas, representa uno de los problemas más intrincados, complejos, multifacéticos y recalcitrantes de la mamología sistemática.
Pero no se preocupen, no les voy a contar la historia de los teorías, polémicas, congresos, seminarios, simposios, comisiones de estudio y misiones de expertos donde esto se ha discutido y recontradiscutido. Lo único que les voy a decir, y más vale que me crean, es que los Ángeles son unos mamíferos, aunque haya sido necesario darles un lugarcito especial en los cuadros sinópticos.
El género ANGELUS se divide en:
a) ANGELUS VOLANTES,
b) ANGELUS DESPEÑATUS (por caídos) yc) SERAFINUS VOLANTISIMUS (para los de las 6 alas).
¡ La ciencia es muy grande !
¡ La ciencia es muy sabia !
¡ La ciencia es muy ingeniosa !
El Número de los Ángeles
El número de los Ángeles no es infinito ¿Para qué habría de serlo? ¿Por el puro gusto de complicarnos la vida? Veamos.
El infinito (o los infinitos) son un fastidio matemático y lógico.
¿Un conjunto infinito de gordos pesa más que uno de flacos? Pues si. ¿Entonces no todos los infinitos son iguales? Pues si...o sea, no.
¿Entonces hay infinitos mayores y menos? Pues si. ¡Que lata!.
Según alguno, el número de demonios originales que acompañó a Satanás fue de 600 (o sea 601 incluyéndolo a él). Según otro, el número de Ángeles es constante... pero yo no lo creo. Hay razones para pensar que aumentan por la vía de la reproducción (recordar a los Angelitos), o que disminuyen como consecuencia de los combates celestiales... pues para mí que si hay combate puede resultar alguno "fuera de combate".
Claro que los Ángeles de la Guarda plantean un problema. En efecto, si hay uno por cada ser humano vivo, el número de Ángeles de la Guarda debe ser al menos igual al de seres humanos, y, eventualmente superior.
¿Y entonces? ¿Qué pasa con los guardianes de los que mueren? ¿Dónde viven los guardianes de los que nacen? ¿Se substituyen unos con otros? ¿Pasan a desempeñar otras tareas? ¿Los nuevos, recibirán algún entrenamiento previo?.
Propongamos un argumento de corte moderno. Es cierto que lo usual había venido siendo una política natalista, pero que cada vez se ve como menos viable un aumento incontrolado, exponencial e infinito de gentes. La conquista de otros planetas podrá representar un nuevo estímulo al aumento del género humano, pero... la cosa nunca será infinita ... el universo tiene sus límites... y mi paciencia también.
De manera que la cosa podrá prolongarse y ser muy difícil de medir pero, con toda seguridad es un crecimiento en "S", logístico y asintótico. Ergo: el número de Ángeles es finito, es decir: no es infinito.
¡Píntame Angelitos Negros!
Esto de los Angelitos Negros es un invento de corte demagógico populista. Angelitos Negros no los hay. Todos son rubios, caucásicos, nórdicos y arios...más o menos igual que los Premios Nobel.
Eventualmente los Ángeles, grandes o chiquitos, pueden teñirse el rostro para alguna ocasión especial folklórica. ¿Pero, de dónde habían de salir los Angelitos negritos si no hay Ángeles negros adultos?.
Como bien lo dijo el bardo ("píntame Angelitos negros"), es preciso pintarlos para que sean negros.
Tal vez ni a Ud. ni a mi nos guste esta situación, pero es un hecho objetivo que hay que aceptar como tal. ¡Sin mezquindades ni racismo destemplados! Además, los diablos son predominantemente pieles rojas y nadie se ha quejado, ni menos pedido, en verso o en prosa, que se los pinten de otro color.
Agentes Secretos o Office Boys
La tesis de los Ángeles como "agentes secretos" sólo pudo ser concebida por la mente de un asiduo de las películas de James Bond. ¡No! No son ni agentes ni secretos.
Desde el punto de vista laboral los Ángeles no son otra cosa que mensajeros de acuerdo con la más sensata de las etimologías. ¡Mensajeros! Seres que llevan y traen noticias y comunicados. Son un medio de comunicación bidireccional: aire-suelo, suelo-aire, aire-aire y suelo. Tanto más genial cuanto que fuera diseñado e instrumentado en épocas pre-electrónicas.
¡Mensajeros!, y sólo a otra mente anglicista se le puede ocurrir decirlo con el exabrúptico término de "Office Boy"... o los aún peores de "Office Girl" y/o "Office Babies".
¡No! ¡Seamos etimológicos, por favor!
Los Ángeles son de poco Vuelo
Los Ángeles vuelan a velocidades subsónicas.
Su habilidad no supera al más veloz de los murciélagos ni al más diestro de los pajarracos. Por lo demás, sus alas, al no ser tan grandes ni tan veloces solo les permiten aleteos torpes cual gallinazo, y no mucho más que eso.
En el aire no se pueden mantener lago rato, como tampoco se ha visto hacerlo a ninguna gallina. Cuando ha sido plasmado en algún lienzo un Ángel o Angelito suspendido en vuelo estático (geo-estacionario), a la usanza de colibríes y helicópteros, es efecto de prestiditación, cuerda invisible, o instantánea fotográfica que solo reproduce el momento más noble y aeronáutico.
Para que pudieran ser supersónicos el diseño de las alas hubiera debido ser más aerodinámico, en forma del delta como el Concorde. En lugar de una rubia melena rizada, de rigor debiera ser el casco con visera. En substitución de las batolas y las sandalias doradas, un mono o braga y botas sería lo más apropiado. Pero nada de eso fue o es.
Los Ángeles vuelan poco y mal.
Toda idea sobre la ubicuidad o desplazamiento instantáneo de los Ángeles es puro error. Igual que le pasa a uno con los japoneses, todos los Ángeles pasan por iguales ante ojos no entrenados, y es fácil pensar que están aquí y allá y acullá, cuando no es un solo Ángel sino varios de ellos que hemos confundido creyéndolos el mismo.
La Música Celestial
Tradicionalmente los Ángeles han sido buenos ejecutantes del arpa, la lira, la trompeta, la flauta y hasta de acordeones pequeños. Además cantan bien como cualquier coro bien acopladito.
No se ha visto hasta ahora a ningún Ángel serio tocando saxofón o tumbadora, ni siquiera piano. Tampoco interpretan otra cosa que piezas sacras de corte medieval y, a lo sumo, uno que otro aguinaldito criollo, pero "gaitas"...nunca.
Son frecuentes los tenores, las sopranos, etc. pero no se ha conocido ningún bajo. Sus voces son más bien agudas y suaves como sabe cualquiera que haya oído con atención alguno de los discos o casettes que se pueden adquirir en las casas del ramo.
Ecología de los Ángeles
En épocas pretéritas, cuando todo era distinto y más bucólico era posible ver uno que otro Ángel. Se le aparecían a la gente y le decían cosas. Hoy eso ha pasado a la historia.
La luz eléctrica, los radares, las pruebas nucleares, los vuelos trasatlánticos, el Triángulo de las Bermudas y los humos industriales los han alejado. No es que sean una especie amenazada con peligro de extinción (eso es problema de ballenas, manatíes, osos palmeros y venados, pero no de Ángeles), lo que ocurre es que su nicho ecológico se ha desplazado hacia regiones más ignotas y estratosféricas a donde habría que ir (¿dir?) para verlos y/o fotografiarlos.
Cosa muy meritoria esta última, si se lograra, porque al igual que el Cælacanto, el "abominable hombre de las nieves" o el bicho de Loch Ness, son muy huidizos.
Ángeles y OVNIS
Digámoslo con toda claridad, sin que nos quede nada por dentro: el Ángel fue a la época pre-electrónica, lo que el OVNI a nuestra era.
La revolución científico-tecnológica ha relegado al Ángel a parajes inaccesibles y posibilitado que su nicho lo pasara a ocupar el OVNI.
Ya algo parecido hubo de ocurrir en época medieval en Europa. Cuando se comenzaron a reproducir sin control los Dragones, los Ángeles tuvieron que retirarse. Fue solo gracias Miguel Arcángel, el "exterminador de dragones", y a otras medidas eficaces que las autoridades respectivas aplicaron en forma mancomunada, que se pudo controlar la acometida.
El operativo anti-Dragón fue difícil, pero permitió dar el traste con esos bichos. Los Ángeles pudieron regresar, aunque nunca fue lo mismo.
El Ángel: Área Prioritaria
El Ángel debe ser investigado con ahínco, dedicación y firmeza. La patafísica así lo sostiene, en un esfuerzo por sacar a este país del lamentable subdesarrollo en que se encuentra metido hasta los nepes (¿Qué es un nepe?).
Los nórdicos, habiendo desatendido esta rama de la ciencia por otras áreas más numismáticas y monetarias, nos han dado vía franca para zancadillearlos.
¡La ocasión la pintan calva.! ¡El futuro es de los audaces!.. El cultivo de la angelología concreta nos abre una gran posibilidad de liderazgo en la ciencia mundial, planetaria y cósmica.
El Ángel es un recurso sobrenatural renovable. Es un recurso humano para el desarrollo. Es un medio de comunicación. Es un tecnología aeronáutica. Es una vía de ascenso. Es una prolongación de la humanidad en el cosmos.
¡Arriba los Ángeles!
¡Arriba la patafísica!
¡El Ángel es la base del desarrollo!
(Esté pendiente de próximas entregas en las que abundaremos sobre otros conceptos y/o áreas conexas y/o prioritarias).